La verdad es que cada día se hace más difícil mantener una buena reputación. Es un reto. Hace unos días hablábamos de esos prosumers de información y opinión, sobre todo de los que se creen todo lo que les echan, lo dan por bueno y comparten ciegamente convirtiéndose en cómplices de bulos y mentiras.
Los medios digitales, las redes, la inmediatez, la democratización del acceso a la información y opinión… se han convertido en un arma de doble filo para quienes cuidan de su reputación (online y offline), sea personal, empresarial o de cualquier entidad. Por un lado nos ofrecen herramientas inimaginables hace un par de décadas que facilitan las cosas, pero por otro lado, nos pone en el filo de la navaja en todo momento. Y en el momento menos pensado, podemos caer en una campaña de desprestigio imposible de salvar. La reputación es como la bolsa… varía, fluctúa… por cuestiones propias o ajenas y a veces se convierte en caprichosa. Hay gente, organismos, empresas… e incluso deportes que no consiguen (o no saben) salir airosos de un halo negativo.
Es el caso del golf, un deporte al que se le ha puesto un falso apellido de elitista rodeado de todo tipo de connotaciones negativas, y la mayoría… falsas. Yo, por mi parte, voy a poner mi granito de arena para cambiar esa percepción equivocada. Sí, juego al golf… y no soy pijo.
MENTIRA nº 1: El golf es elitista.
Para nada. El golf está al alcance de todo el mundo. Existen programas de iniciación gratis en las escuelas y en muchos clubes, existen campos públicos (40 de los 360 campos son públicos)… por lo que para jugar al golf, no hace falta un nivel adquisitivo alto ni ninguna condición social. La Federación Española de Golf ha creado cuotas especiales para jubilados, parados, pensionistas y seniors. Y se han creado programas de iniciación en colegios públicos para que los niños conozcan este deporte.
El golf nos hace más humildes. El golf pone a cada uno en su sitio, es muy satisfactorio cuando se juega bien, pero muy puñetero cuando se tiene un mal día. Te hace saber superar los malos momentos y los vaivenes de este deporte… y de la vida. Además, nos hace más respetuosos con [Leer más…]