Una Comunidad es un conjunto de individuos que se agrupan en torno a intereses comunes, tanto en la vida real (offline) como en internet (online). Así de simple. O así de complejo. Los usuarios son cada vez más proactivos, comunican, crean contenido, opinión, marca… Aunque no estemos presentes en las Redes Sociales, hay una Comunidad al otro lado a la que debemos escuchar y con la que debemos interactuar. Sea cual sea nuestro objetivo de marketing online (promover la marca, aumentar las ventas, reducir los costes -en publicidad y marketing-, controlar la reputación…) debemos conocer a nuestra Comunidad, debemos saber generarla y gestionarla. Pero ojo, no sólo debemos atender a la Comunidad exterior.
La mayoría de las PYME carecen de un Plan de marketing completo y muchas de las que lo tienen, apenas lo siguen. Entonces, mucho menos podremos esperar que cuenten con un Plan de Social Media Marketing. Este Plan debería incluir una Política de uso de las Redes Sociales. Bueno, mejor dicho… esto sí lo tienen casi todas las empresas. Directamente y por el artículo 33, se prohíbe su uso en el trabajo y ya está, ya tienen una Política de uso de las Redes Sociales. Según los datos del estudio de de Kaspersky Labs, en España el 76% de las empresas lo prohíben. El 50% en el Reino Unido y sólo el 23% en Alemania. La media mundial en cuanto a prohibición se sitúa en el 40%.
Un Plan de Social Media Marketing es mucho más que simplemente estar en las Redes Sociales. Debe existir una integración total entre las Redes Sociales y la organización de la empresa. Aquí nos encontraremos con una gran barrera, la dirección de empresa. Primero porque no están formados y/o no conocen su potencial ni creen en ellas. Segundo, porque no generan resultados inmediatos. Y tercero, porque las ven como una pérdida de tiempo para todo el personal.
El nuevo Marketing es social y la propia empresa debe ser social desde dentro. Primero debe haber un sentimiento de Comunidad dentro de la propia empresa. Los trabajadores deben ser sociales incluso dentro de su jornada laboral. Sé que esto va a sonar como una amenaza para los directivos más tradicionales. Pues bien, y a pesar del riesgo de que me escuchen desde algún Departamento de RR.HH. y no me quieran contratar… no me resisto a afirmar que sí, los empleados deben tener acceso a internet y a las Redes Sociales sin filtro y en su horario laboral.
¿Para qué? Permitir la entrada de Redes Sociales en las empresas puede ser un buen método para vincular a los empleados y que se sientan parte activa de la organización (sin que haya que realizar desembolso económico alguno). Los trabajadores deben sentirse parte importante de la estrategia de la Empresa y deben saber que su interactuación genera un engagement incalculable para la empresa. 2 de cada 3 trabajadores que están implicados con su trabajo y su empresa actúan como prescriptores de la marca en internet y la pueden recomendar en Redes Sociales, con los beneficios que eso supone para esa empresa.
¿Cómo afecta el uso de las Redes Sociales en horas de trabajo sobre el rendimiento de los empleados?
Seguramente éste sea uno de los puntos más discutidos. Pero ya hay estudios al respecto. Un informe de la firma Evolv ha concluido que como norma general los empleados que utilizan las Redes Sociales presentan mayores índices de productividad. Determina que aquellos empleados que se conectaban a Facebook, Twitter, LinkedIn o Pinterest, eran más efectivos al tratar con las llamadas de los clientes y lograron más ventas que los que no tenían presencia en Redes Sociales. Además, las Redes Sociales permiten que un trabajador contacte de forma sencilla con directivos de su compañía, algo impensable hace unos años. Además, está demostrado que después de un tiempo, la novedad habrá perdido su atractivo y su uso será más racional. El propio trabajador volverá a dedicarles un menor tiempo, un tiempo mejor empleado y no supondrá una gran dedicación (otros preferirían decir pérdida) de tiempo.
Sólo hay que formar a los trabajadores mediante pautas responsables para que sepan integrar su uso con el flujo de su trabajo diario y evitar riesgos de reputación y seguridad. La formación en employer branding hará que los empleados se conviertan en los primeros prescriptores de la empresa. Un claro ejemplo es el de IBM, que dispone de “IBM Social Computing Guidelines” una guía de uso de la actividad digital social del empleado. Otras empresas como Adidas, Apple, Associated Press, Cisco, Coca-Cola, FedEx, Gartner, HP, Intel, Kodak, Microsoft, Reuters, Yahoo… también cuentan con esta política. En España, Iberdrola lo está reconsiderando. Yo estoy siguiendo el caso de un hotel de la cadena Barceló y os puedo garantizar que la interactuación de sus empleados genera un branding muy positivo.
En resumen, las Redes Sociales no son algo ajeno al negocio, sino que cada vez más, forman parte de la generación de negocio. Desde esa consideración, el uso de Redes Sociales alineado con el negocio es una fuente de productividad e innovación personal y organizativa, y por tanto, un factor favorecedor del rendimiento.
Ahora que llega la vuelta de vacaciones tal vez sea un buen momento para plantearse implantar esta política. Seguro que los trabajadores lo agradecerán y se les hará más llevadera la vuelta al cole ;). Y sobre todo, a medio y largo plazo, la propia empresa lo agradecerá.
Y en tu empresa, ¿está permitido el uso de las Redes Sociales?